Esta novela, Ladydi, habla sobre las consecuencias del narcotráfico en México en un pueblo habitado por mujeres
A diferencia de otros libros que hablan de las consecuencias del narcotráfico (como comenta la propia autora), este libro no se centra en la violencia y el sexo desde el punto de vista del hombre, sino desde el de las mujeres que viven dentro de esta realidad. La protagonista, Ladydi, nos presenta a través de sus ojos un mundo donde las mujeres son las eternas víctimas involuntarias del narcotráfico.
No existen los derechos humanos en un lugar donde te echan encima el insecticida destinado a los campos de droga, donde hay que esconderse en madrigueras en el suelo, donde te raptan para que un narco te viole, te venda o te asesine, donde los hombres abandonan a sus familias o dónde la policía cierra los ojos para protegerse de las amenazas o cambio de dinero. Todo ocurre en el estado de Guerrero (México), a una hora de uno de los lugares de recreo más conocidos del mundo: Acapulco.
El mundo del narco es algo brutal donde se retrata la maldad humana a través de asesinatos, violaciones, trata de blancas, torturas, chantajes, injusticias sociales, corrupción… No se salva nadie, ni siquiera los propios mafiosos y sus familias, que también son ser víctimas de la su propia violencia.
Ladydi es ficción, es una novela, pero el entorno donde habitan los personajes está ahí; existe.
Desde que el mundo es un lugar donde sólo manda el dinero, los seres humanos dejan de tener valor. Los seres humanos que menos valen, son por supuesto, los que menos tienen, en este caso, las mujeres abandonadas en una zona expuesta a los narcotraficantes y la policía corrupta. Sobreviven disfrazando de chicos a las niñas y para evitar que las identifiquen y las rapten. Ni siquiera los profesores de la escuela quieren acercarse a esa zona, van forzados desde las grandes ciudades. Cuando una unidad móvil médica se desplaza, cada mucho, para hacer intervenciones tiene que hacerlo escoltada por el ejército.
Se puede entender, tal y como narra Ladydi en esta novela, que la gente se juegue la vida para entrar en Estados Unidos. Muchas veces estas personas ya están sentenciadas a muerte en su tierra y lo único que tienen, es alguna remota opción de salvarse si consiguen llegar y asentarse lejos de su lugar de origen donde nadie les va a proteger del sufrimiento y la violencia.
Esta es una novela de mujeres que denuncia una terrible realidad social
En el libro los hombres se presentan como figuras ausentes. Unos mueren en su huida y otros simplemente abandonan a sus familias. El resultado es que las mujeres tienen que sacar adelante a sus hijas como pueden, evitando que los mafiosos rapten a sus hijas a las que tienen que disfrazar de niños o simplemente enterrar en madrigueras cuando escuchan el ruido de algún vehículo acercándose.
En Guerrero asumen que el futuro de la niñas es ser camareras, niñeras o juguetes sexuales de algún narco. Ladydi sigue estos pasos y como no podría ser de otro modo, sin decidir nada, pasa a ser la cabeza de turco acusada de un asesinato. Ladydi nos cuenta cómo se vive presa en una cárcel mexicana y retrata una vez más a la mujer en un entorno hostil.
Me sorprende que pese a la crudeza de la novela, las protagonistas asuman su papel en la vida sin poner un pero, sin indignarse un mínimo. Curiosamente y contra todo pronóstico, es la madre de Ladydi la que al final, pese a presentarse como una persona derrotada, alcohólica y nada prometedora, la que toma la decisión de poner punto y final y romper con todo. La novela concluye cerrando un círculo familiar y apostando por un posible futuro, mucho más prometedor, que lo que podía conseguirse en Guerrero.
Jennifer Clement combina la sencillez con una extraordinaria capacidad de hacer unos textos preciosos
Pocas veces me cala una película o un libro. Por lo menos, personalmente, no me pasa con frecuencia por lo que me siento obligado a recomendar esta novela. Además, creo que encaja en este blog porque como ya he dicho en otras publicaciones del responsable consumo recomendando libros como por ejemplo El Universo en tu mano , es importante ponernos en perspectiva para conocernos mejor. No tenemos ni idea de cómo viven otras personas y lo afortunados que somos.
Conocer un problema tan brutal como es el narcotráfico y sus consecuencias nos puede ayudar a valorar más nuestras vidas. Estoy recomendando una simple novela, pero tened en cuenta, que el escenario, es totalmente real, es un mundo que existe. Pensemos que podría ocurrir aquí. La desigualdad social termina golpeando siempre a los más débiles, y sobre todo, a las mujeres.
Esta novela hace reflexionar sobre como el poder y el dinero pueden hacer que las mujeres sean tratadas como ganado (algo que viene ocurriendo a lo largo de la historia de la humanidad). El sistema está tan viciado que nadie, ni la policía, ni el ejército protege a esas mujeres abandonadas a su suerte en una tierra sin otra ley, que la que ejercen los narcos. El problema de las niñas robadas no es una invención, sólo tienes que buscar en google y saldrán noticias al respecto. Nadie vela por la seguridad de personas que no valen nada.
Las mujeres de Guerrero son objeto de abusos de todo tipo por parte de un sistema corrupto que llega a descargar sobre ellas el insecticida destinado a los campos de amapolas. Los mismos policías que eluden este deber de exterminar los campos de droga por amenazas o sobornos, son los que posteriormente detienen a la protagonista por un delito que no ha cometido.