El universo en tu mano es un ensayo escrito para acercarnos y poder entender de manera relativamente sencilla el universo.
No es un libro relacionado con el consumo responsable pero me ha parecido muy importante que como seres humanos reflexionemos y nos bajemos del pedestal donde creemos estar y asumamos lo insignificantes que somos. Nada puede estar por encima de la naturaleza y sus leyes. Creo que todo el mundo debe darse un baño de humildad y leerse este magnífico libro para apreciar lo que realmente es importante: la vida.
Este genial ensayo sobre el universo viene de la mano de un ex-alumno de Stephen Hawking, llamado Christophe Galfard, que ha sabido llevar al lector de la mano, sin perderse, por terrenos reservados a expertos científicos.
El uso de metáforas visuales realmente fáciles de entender es el recurso de este libro para que los pobres mortales podamos acercarnos y medio entender los misterios del universo, desde lo más pequeño hasta lo más grande sin recurrir a un dios todopoderoso como justificación. No hace falta tener conocimientos científicos para entender El universo en tu mano sólo es necesario ser una persona curiosa con ganas de conocer algo mejor este universo en el que vivimos; qué es lo que nos rodea y acercarnos a los misterios y leyes que nos contienen. Quizás sería más sencillo que la tierra girara encima de un palo pero no parece que sea así.
Lo necesario para leerse El Universo de tu mano, y disfrutar cada página es: ser una persona inquieta, un fan de Interstellar (eso seguro que te hace disfrutar más) y para terminar: ser muy valiente como lo era Alicia para encogerte hasta límites insospechados y visitar esa inmensidad que hay entre los átomos de la que todo está hecho. Prepárate para un viaje asombroso por el universo
Es importante no tener vértigo para esta experiencia, ya que viajar por el universo tiene sus cosas; su inmensidad y las velocidades a las que hay que ir nos ponen, a los más sensibles a los mareos, en más de un aprieto. No sé la razón concreta que hace que me atraiga tanto este tema del universo. Desde que tengo 12 años es algo que me apasiona, la idea de algo infinito es algo que me inquieta profundamente. Casualmente en los momentos de terminar este libro, tengo la gran suerte de descubrir que en Netflix está disponible COSMOS, la continuación del espectacular ciclo de documentales de Carl Sangan; por lo que estoy disfrutando de forma compulsiva del universo sin salir de casa.
El ser humano es insignificante y perecedero. Todo dejará de existir en algún momento: lo conocido y lo que se conozca en el futuro, cuando ya no estemos ni tú ni yo aquí. Recordemos que nuestro planeta ha sufrido 5 grandes extinciones y en algún momento tendrá que venir la sexta.
Me da vértigo pensar que esta casualidad en la que tenemos el honor de vivir, en forma de un gran conjunto de células organizadas, es algo pasajero y eventual.
Casualidad, y no una obra divina de un ser superior; esto va más allá de nuestras pretensiones de ser el centro de todo. La naturaleza nos gobierna y sólo somos una consecuencia de una estrategia para dispersar nuestro material genético. No somos más que otras especies, aunque pensamos que el ser humano está por encima de todo, ese es el puesto de la naturaleza y el universo con sus leyes.
Tantos años de evolución desde aquel caldo primigenio, para que, si las investigaciones acerca de los viajes interestelares no prosperan lo suficiente, todo acabe y se extinga cuando llegue el momento (inducido por la propia humanidad o por la propia tendencia natural). Eso sí que es presión. El hecho de que los átomos y moléculas se organizaran fortuitamente desde el caos a través de las leyes que rigen el universo dando lugar al desarrollo de organismos capaces de evolucionar hasta poder transmitir conocimiento, eso es algo realmente difícil que suceda de nuevo. Es inimaginable la gran pérdida que puede suponer que con el paso del tiempo todo desaparezca, sin que deje la humanidad huella en el universo (cierto es que nos quedan los discos de oro de la Voyager).
Queda esa lejana posibilidad, cuando todo haya desaparecido, de que alguna especie pueda encontrar esas reliquias de oro que viajan en las sondas de las Vayager, quizás tengan tocadiscos o algún tipo de tecnología que pueda leer los surcos de esa superficie de oro y sean conscientes de que no son los únicos en el universo.
Debo dar las gracias una vez más a la editorial BLACKIE BOOKS por poner a nuestra disposición otra obra de arte. Disfruté con INSTRUMENTAL de James Rhodes y lo he vuelto a hacer con EL UNIVERSO EN TU MANO, de Christophe Galfard. Os dejo aquí un listado de enlaces con reseñas del libro:
- La Vanguardia / Ima Sanchis
- Cadena SER – A vivir / Beatriz Nogal / Javier del Pino
- El País – Tentaciones / Sergio C. Fanjul
- eldiario.es / Francesc Miró
- PAPEL – El Mundo / Sergio Beleña
- valenciaplaza.com / Eduardo Almiñana
- El País – Babelia / Javier Sampedro
- El País – IDEAS / Manuel Ansede
- El Periódico / Michele Catanzaro
- RNE – El Ojo Crítico (a partir del min. 34′ 3 / Luisa Segura
- AHORA Semanal / Ambrosio García Leal
- La 2 Noticias (min. 12:20) / Rebeca Augusto